top of page

ADOPCIÓN, ACOMPAÑANDO CON AMOR

Por Laura Wagner - Octubre 2019

La adopción por parejas homosexuales es aún una garantía tan reciente en el país que la mayoría de las personas, estén o no interesadas en conformar una familia homoparental, desconocen los procesos y eficiencia del derecho en la práctica.

A pocas cuadras de la Plaza de Mercado La América, Betsy Ocampo parquea su automóvil con una rapidez no exenta de cuidado antes de disponerse a tomar el sinnúmero de bolsas de víveres y nuevas adquisiciones que ha traído hoy consigo. Tal vez sea por la dificultad de cargar tantos elementos con sus manos pequeñas o, más bien, por la ansiedad incontrolable que comparte con su esposa desde hace varias semanas, pero la mujer de cabellera negra respira agitadamente mientras observa de reojo cómo Mónica Picón, el pequeño Juan Martín y su mascota Ellie se alejan para terminar un breve recado.

 

La historia de Betsy Ocampo y Mónica Picón empieza en el 2012, siendo ambas compañeras de trabajo, y se transforma poco a poco de un noviazgo inesperado a una familia diversa y llena de amor para dos niños deseados y planeados por mucho tiempo: Juan Martín, gestado por Mónica hace dos años, y Alejandro, quien será recibido el próximo jueves en el hogar después de terminado el proceso de adopción con el ICBF.  

WhatsApp Image 2019-09-16 at 10.59.52 PM

Mónica y Betsy con su segundo hijo, Juan Martín. Fotografía por: Daniela Gómez Isaza

“Nosotras siempre tuvimos la convicción de adoptar, pero entendíamos que era muy difícil siendo dos mujeres”, la voz de Betsy se escucha clara y fluida entre las paredes del pequeño cuarto de estar, al que ahora también han llegado su esposa, hijo y mascota. “Incluso llegamos a preguntarle a una amiga que trabajaba en algunos procesos con el ICBF, y ella nos dijo que era un proceso muy difícil y una pérdida de tiempo”.

 

Por esta razón, y aunque la Corte Constitucional ya había aprobado la adopción por parejas homosexuales, argumentando que “el bienestar de los niños y las niñas debe primar sobre el tipo de familia” (lea más aquí), las mujeres se aventuraron en el proceso de inseminación artificial en el 2016, naciendo así Juan Martín.

 

No obstante, mientras Betsy lanza miraditas y sonrisas a Juan Martín, quien corre de un lado a otro de la casa exhibiendo sus juguetes, ella confiesa que, junto a Mónica, en su plan de vida siempre había contemplado la crianza de dos niños, por lo que, a pesar de la inicial desconfianza en la institución y el gobierno, decidieron en el 2018 hacer sus averiguaciones sobre el proceso de adopción. Así, a través de la experiencia personal y de una tramitología de poco más de un año, la pareja tuvo la suerte de no encontrar barreras a causa de su condición sexual para llevar a cabo su proceso de adopción (lea más aquí).

“En realidad, se les aplica exactamente los mismo requisitos, políticas institucionales y garantías tanto a los solicitantes de adopción que conforman familia y a las personas solteras homosexuales, porque también ha habido procesos de familia monoparental”, explica Luz Marina Estrada, defensora de familia del ICBF.

De esta forma, tras cumplir con los requisitos de idoneidad y dar conocimiento a la familia del niño candidato a la adopción, Alejandro, de dos años, Mónica y Betsy pasaron a engrosar las cifras de parejas del mismo sexo que han logrado adoptar en Colombia. Según la prensa local, entre inicio de 2017 y septiembre de 2018, fueron 11 los casos de parejas como Mónica y Betsy; sin embargo, este sigue siendo un dato que se aleja mucho del contexto de las parejas heterosexuales, quienes tuvieron hasta 1.430 pedidos de adopción exitosos (lea más aquí).  

“¿Por qué les vamos a negar a las familias homoparentales el poder tener esos niños? El derecho a adoptar no es un derecho fundamental, sino que es el derecho del niño a tener una familia.”, cuestiona Luz Marina Estrada desde su cargo como secretaria del comité de adopciones.

201805115af5dddb8700a.png

Fotografía de archivo

A ello, Margarita Moreno, trabajadora social de la Universidad Pontificia Bolivariana, parece responder: “Es que tenemos que reivindicar, pero los derechos de los niños y niñas; que ellos puedan tener una familia y que el criterio para que la familia sea idónea no es la orientación sexual de la familia”.

Cargando a Juan Martín en sus piernas al tiempo que intenta darle de comer unas tiritas de pollo, Mónica Picón, quien hasta ahora solo había intervenido para hacer acotaciones cortas, asegura que la no diferenciación por la condición sexual de las personas se da desde su misma actitud para normalizar su vida diaria, y concluye:

“Ser mamá es criar con sabiduría y acompañar la vida de un ser amado, entender a los hijos como seres sabios que están en proceso de formación para la vida”.

Ahora es tu turno, cuéntanos qué piensas

A partir del análisis de una serie de encuestas realizadas a miembros de la Universidad Pontificia Bolivariana, María Tobón, estudiante de Comunicación Social – Periodismo, pudo concluir que: “La opinión pública está basada más en la convicción que sobre un hecho o la teoría”.

 

¿Qué tanto sabes de la adopción igualitaria y las familias diversas en el país? ¿Por qué crees que, en ocasiones, los imaginarios adquieren un mayor peso que la información en el momento de formar una opinión?

¡Gracias por tu mensaje!

Todos los derechos reservados para Daniela Gómez y Laura Wagner   2019 

bottom of page