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No existen familias disfuncionales 

Por: Daniela R. Gómez Isaza - Octubre 2019

La mayoría de familias en Colombia están conformadas por distintos roles, no siempre es el de mamá y papá e hijos. En esta familia sus hijas son dos mascotas.  

De las puertas del Metroplús de la estación Gardel hasta la casa de Águeda Gallego e Isabel Cristina Llano Muñoz hay alrededor de tres cuadras. Águeda está sonriente al otro lado de la calle, mientras Isabel está en la casa esperándola.

Para llegar a la casa hay que subir unas escaleras y atravesar el patio. Se escuchan los ladridos de sus dos perritas. Una de ellas se llama Susy, pues Águeda repetía su nombre y la acariciaba tiernamente. Para ella, sus mascotas son sus hijas.

Águeda tiene características ‘masculinas’. Cabello corto, ropa holgada. Al llegar a casa, Isabel también sonríe. Ella es más femenina. Entramos por la puerta y nos encontramos con una casa con una habitación, sala, cocina y los cojines donde duermen las perritas. Se sientan y comenzamos a hablar.

Isabel Cristina estudió Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana, carrera que la unió con Águeda por una entrevista que le hizo para su trabajo de grado. Águeda es tecnóloga en seguridad y salud en el trabajo y realizó una técnica de promotor de paz y derechos humanos en la Remington.  

 

Se enamoraron y comenzó un amor clandestino porque Isabel Cristina antes de conocer a Águeda no había tenido relaciones románticas con mujeres. Luego, al pasar un tiempo, decidió que ya era momento de contarle a su familia y así fue. Al principio fue difícil, pero terminaron aceptándola. Después Águeda la sorprendió diciéndole: “estas son las llaves de tu casa” y resultaron conformando una familia.

¿Y se quieren casar?, pregunté. Ambas se rieron. No quieren casarse, pero han luchado desde la mesa Divergéneros —proyecto que creó Águeda para los jóvenes de Manrique que tenían dificultades por pertenecer a la población lgbti — para que las parejas homosexuales tengan ese derecho. Águeda no ve la necesidad desde lo personal para casarse, pero afirma que a veces es necesario, porque “es la única manera en la que se hace valer los derechos de la pareja, en relación con lo patrimonial y derechos por pensión de la pareja”.

No han sentido que ningún derecho se les ha vulnerado. Pero saben que la población ha sido vulnerada y más cuando las personas se declaran abiertamente homosexuales, principalmente desde el hogar. Algo que destacan es que las familias homoparentales con bajos recursos no tienen acceso a pedir una vivienda digna, debe hacerlo uno de los dos integrantes, pero como pareja, no.

Colombia es un país que ha otorgado derechos a homosexuales desde hace varios años, tiene tres períodos importantes. En Adopción igualitaria en Colombia: preceptos para un camino justo a un pacto de cuidado, afirman que la Corte Constitucional ha atravesado tres fases en relación con las identidades de género y orientaciones sexuales: a la primera se le reconoce como protección débil (1993-1998) en la que había ciertos derechos individuales por tutelas por derecho al libre desarrollo de la personalidad, buen nombre e intimidad. La segunda fase se llamó protección fuerte (1998-2007), en la que se destacan sentencias a favor de algunos derechos patrimoniales y la tercera, que viene desde el 2008, es la que está actualmente, nombrada avances legislativos para la garantía plena de derechos, en la que activistas han apoyado proyectos para obtener derechos colectivos. (Para descargar PDF click aquí)

María Tobón González, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana, quien ha realizado una investigación sobre homosexualidad y familias homoparentales, afirma que las personas no conocen bien estos derechos. Aunque haya mucha información, las personas deben interesarse en buscarla.

También se les hace complicado el tema de la adopción, porque, aunque saben que es legal, sienten que en el ICBF se debe hacer mucho papeleo y que además la mayoría de las veces los niños son entregados a personas extranjeras con buenos recursos.

En unas infografías subidas por el ICBF, se comprueba que el mayor número de niños, niñas y adolescentes en Colombia son dados en adopción a familias extranjeras. En total han sido 7.155 adopciones por parte de extranjeros y 5.880 para colombianos. El 55% de familias son extranjeras y el 45% colombianas. (lea más aquí).

Mientras conversan, acarician a sus perritas. Isabel Cristina habla. “A mí me basta con ellas, son mi familia”. Águeda sonríe porque piensa igual. Es una familia distinta, pero no deja de ser familia. Piensan seguir luchando por los derechos de su comunidad, mientras también viven su experiencia familiar, familia que muchas veces el pueblo colombiano ha llamado disfuncional

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Fotografía: Daniela Gómez 

Todos los derechos reservados para Daniela Gómez y Laura Wagner   2019 

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