Una mirada desde la vida política colombiana
Por Daniela R. Gómez Isaza - Octubre 2019
Colombia ha sido un país que su vida política ha estado compuesta principalmente por grupos de hombres machistas y conservadores. Hablar de mujeres lesbianas dentro de la política colombiana es un acto heroíco.
En este texto conoceremos la importancia para todas las familias homoparentales de que haya representantes lesbianas dentro de la política colombiana.
Un momento histórico se vivió hace unos días con el triunfo de la primera alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien pertenece al partido Alianza Verde. Todos los grupos conservadores del país, incluido el Centro Democrático, estaban cayendo derrotados por una nueva generación que buscaba el cambio. Y es que, más que el triunfo para las mujeres también fue un triunfo para toda la comunidad LGBT.
Un beso revolucionario definió el principio del cambio que las nuevas generaciones buscaban. La alcaldesa electa celebró su victoria junto a su novia Angélica Lozano, dándole un beso sin vergüenza ni miedo a ser rechazada. Bogotá, capital de un país conservador y patriarcal, tenía por primera vez a una mujer lesbiana gobernando.
No yéndonos muy lejos, en el 2005 la revista Semana publicaba un artículo llamado Contra la sombra, en el que mencionaban que el lesbianismo en Colombia comenzaba a organizarse a través de grupos políticos para alcanzar una consolidación en el país. (lea más aquí)
Pero ¿cuándo comenzaron los movimientos políticos gais en Colombia?, en el artículo Historia del movimiento gay en Colombia, exponen que fue en la década de los 40 con el grupo clandestino “Los Felipitos”. Sus miembros eran individuos de la clase alta del país y principalmente su propósito era socializar entre ellos. (Para conocer más sobre esta historia pulse aquí).
Sin embargo, por este tiempo no tenían en cuenta a las mujeres lesbianas, sino que como era costumbre, los hombres tenían más libertades. Lastimosamente, no fue hasta 1994 que las mujeres lesbianas comenzaron a reconocerse dentro de estos movimientos.
El primer movimiento político en poner explícitamente la palabra ‘lesbianas’ fue la Asociación Colombiana de Lesbianas y Homosexuales, creado por Juan Pablo Ordóñez en 1994. De allí surgió el Grupo de Mujeres Lesbianas y Solidaridad Lésbica (SOL), un movimiento que inició con la política lésbica dentro del país.
Para conocer toda la historia de los movimientos lésbicos en Colombia pulse aquí
Panorama actual
Las 2 Orillas, medio de comunicación digital colombiano, publicó en septiembre de este año un artículo llamado Los candidatos gais de Colombia, donde confirmaron que un número considerable de personas de la comunidad LGBT se postularon para ser elegidos en las elecciones regionales de este año. (Para leer este artículo pulse aquí)
Más del 60% de esta población se postuló por primera vez este año para influir en la vida política del país, en total para estas elecciones fueron 74 individuos pertenecientes a la comunidad LGBT los que se postularon para la vida pública y política colombiana. Esto quiere decir de forma directa que la seguridad política para las personas homosexuales ha aumentado considerablemente en relación con los años anteriores.
Lo cual es contradictorio, ya que, el año pasado en El País, se publicaba un artículo titulado El Gobierno de Iván Duque despierta los temores de la comunidad LGBT colombiana, en el que se mencionaba que su gobierno tenía el respaldo de los sectores más conservadores y religiosos del país (principalmente por el agradecimiento en su discurso a dos íconos de la homofobia: Alejandro Ordóñez y Viviane Morales). (Para leer más pulse aquí)
Con este panorama y la elección del presidente Iván Duque con el partido Centro Democrático, el pueblo no se hubiese imaginado que, al año siguiente, Claudia López por el partido Alianza Verde derrotaría al uribismo, al machismo, al conservadurismo y al patriarcado que nos gobernó durante décadas y que, además, de las 74 personas —abiertamente gais, lesbianas, bisexuales, transexuales —, 20 de ellas ganarían la candidatura.
En el artículo Colombia tiene su primera alcaldesa lesbiana: la mirada LGBT a las elecciones regionales, publicado por El Espectador hace unos días, se menciona que el director de Caribe Afirmativo, Wilson Castañeda, aseguró que la importancia de la elección de Claudia López más que por ser la primera mujer lesbiana alcaldesa en Bogotá, es por demostrar que hay un gran liderazgo por parte de personas LGBT, no solo para garantizar derechos para estas poblaciones sino también para evidenciar las transformaciones que se pueden lograr en temas como la corrupción, desarrollo humano y equidad social por parte de un representante de la comunidad LGBT. (Para leer más pulse aquí)
Claudia López es una mujer que junto a su pareja Angélica Lozano —también política—, representa a todas las familias homoparentales, específicamente a las lésbicas, ya que como se expuso anteriormente, hasta dentro del mundo gay, las mujeres estuvieron detrás de los hombres.
La importancia de tener a dos mujeres lesbianas dentro de la política colombiana y que además son pareja, abre muchas posibilidades de garantías de derechos para la comunidad. Además, es un acercamiento para acabar con los mitos acerca de la vida de los homosexuales que están enmarcados dentro de la promiscuidad y vida loca.
En Medellín
Uno de los movimientos políticos más sonados en la actualidad en Medellín es el movimiento político de mujeres Estamos Listas, conformado por 2.200 mujeres, muchas de ellas representantes de la comunidad LGBT. Actualmente ganaron una curul para el Concejo de Medellín.
Aunque no se centran en los derechos de las familias diversas, Ismaria Zapata, defensora de este movimiento confirma que Estamos Listas es un movimiento que apoya a todos los jóvenes de la comunidad diversa y que velarán por garantizar los derechos inclusivos dentro de Medellín. Además, desean derrotar el conservadurismo político que se ha caracterizado dentro de la región antioqueña.
Es importante que estos grupos inclusivos empiecen a liderar dentro de la política colombiana. Tanto en Medellín como en Colombia en general. Las familias homoparentales deben sentirse identificadas y representadas por mujeres y hombres que les comprendan y garanticen su seguridad social y legal.